En pleno corazón del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide encontramos uno de los miradores más visitados de este lugar debido a lo estratégico de su situación, Mirador Llano Uncanca.
Se ubica en la carretera TF-21 que discurre entre La Orotava, Vilaflor y Granadilla de Abona; concretamente si vas en dirección Vilaflor de Chasna se encuentra pasando el Parador Nacional. Muy cerca de aquí, también se encuentran el Mirador Zapatilla de la Reina y el Mirador y Museo etnográfico de Juan Évora.
El mirador está a pie de carretera y cuenta con un pequeño aparcamiento donde en batería podrían aparcar unos diez vehículos. Una llanura que une antiguos caminos y donde está el inicio de Sendero Nº26 Llano de Ucanca. Las vistas que se pueden apreciar son frontales tanto del Teide, Los Azulejos, y del Pico Viejo, además de toda la llanura conocida como Valle Ucanca. Este accidente geográfico se formó por el hundimiento de un bloque, que propicio el actual aspecto de Las Cañadas y de otras zonas de la isla, como es el famoso Valle de La Orotava.
Una de las imágenes más espectaculares del Valle Ucanca se suele producir en la primavera, cuando después de las lluvias y nevadas del invierno, la llanura no logra filtrar toda el agua y forma una laguna, donde se refleja el Teide y las otras montañas que lo rodean.
Desde este Mirador podemos tomar las mejores fotografías de frente del Teide, Pico Viejo y de la impresionante llanura que cuenta con alguna vegetación. La misma, se compone de plantas de alta montaña, que se tienen que adaptar a las extremas condiciones meteorológicas, tanto de las distintas estaciones del año como entre el día y la noche. A primera vista se pueden ver retamas, codeso o hierba pajorera entre alguna otra, plantas típicas a la elevada altura sobre el nivel del mar a casi los dos mil metros (1980 metros).
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Por su aspecto, pudiese tener un parecido al planeta Marte, pues cuenta con ondulaciones de color rojizo, pináculos o promontorios sobre la llanura. Y con la llegada de la noche se transforma en un lugar idílico debido a la claridad de sus cielos, la luminosidad de la luna y el silencio existente. En muchas ocasiones es escogido como sitio ideal por la población, para divisar fenómenos astrofísicos, como pueden ser las lágrimas de San Lorenzo que se produce cada año en el mes de agosto. Y si tienen un poco de suerte, se pueden ver los conocidos como “murciélagos orejudos”, una de las cinco especies de estos animales que se encuentran en el Parque. Este endemismo exclusivo recibe su nombre por el gran tamaño de sus orejas, que son el doble de grandes que el tamaño de su cabeza. Como todo murciélago su habitad es nocturna y cavernicola, y su alimentación se basa sobre todo en los insectos que caza mientras vuela.
El Mirador del Valle Ucanca es de las mejores postales que te puedes llevar del Parque Nacional de Las Cañadas del Teide, independientemente de la estación del año que lo visites; pues cada una de ellas tiene su encanto y su peculiaridad. No dejes pasar la oportunidad de parar en él y disfrutar de unas bonitas e irrepetibles imágenes.